Colombia y las protestas

https://www.kienyke.com/kien-opina/llego-el-momento-de-dialogar-por-daniel-quiroga

«LLEGÓ EL MOMENTO DE DIALOGAR»  por Daniel Quiroga.  5 Mayo 2021

Pensé mucho sobre el tono con el que quería escribir esta columna. El país se encuentra atravesando una situación compleja de inconformismo, violencia y deseos de cambio que evidencia, una vez más, la desconexión que existe entre el gobierno nacional y la ciudadanía. En tiempos difíciles como este los tonos serenos y reflexivos tienden a ser tildados de tibios, mientras que aquellos que gritan lo que resulta popular son aplaudidos y exaltados. Creo fielmente que lo que necesita Colombia en estos momentos es una conversación, un diálogo entre todas las partes que esté a la altura de las circunstancias para dar los resultados que la gente espera.

Una de las muchas debilidades de este gobierno ha sido su poca capacidad de diálogo con la ciudadanía. No basta con hacer talleres construyendo país o con aparecer una hora todos los días en televisión si realmente no se está generando una conversación. Para lograrlo se necesita primero escuchar y es ahí donde el gobierno comete su primer error. El programa “Prevención y Acción” no está conectando al presidente Iván Duque con la realidad que viven las familias colombianas en medio de una pandemia que ha incrementado la pobreza, el hambre y el desempleo. En este espacio únicamente vemos al gobierno intentando hacer una rendición de cuentas permanente que se aleja de la realidad y las necesidades de la mayoría.

Por supuesto que dialogar no es fácil. Se necesita disposición y compromiso de las partes para llegar a consensos. A lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de participar y de coordinar espacios de concertación social con las comunidades, una experiencia que sin duda me hizo crecer personal y profesionalmente pues aprendí la diferencia entre oír y escuchar. Sobre estas experiencias, quisiera dar lo que para mí son las 5 claves para un dialogó exitoso (sin duda hay muchas más).

La primera de ellas, es tener a las personas adecuadas sentadas en la mesa. La representatividad es clave para lograr la legitimidad del diálogo. Esto significa que sentarse a hablar con los líderes de los partidos políticos en este punto no es suficiente para que una conversación sea considerada válida y legítima. Hace ya más de 20 años que los partidos colombianos no representan los intereses de todos los sectores de la sociedad. El gobierno tiene el deber de hacer un mapa de actores amplio y entender quiénes son las personas que deben estar sentadas en la mesa. Conocer a las partes es vital para una construcción colectiva eficiente.

El segundo consejo es no olvidar las peticiones. Puede parecer obvio, pero es fácil que se pase por alto especialmente cuando no hay voceros claramente definidos por parte de los movimientos sociales. Siempre que se quiere organizar un diálogo hay que entender qué se solicita y por qué lo solicitan. El gobierno lo debe coordinar antes de sentarse en una mesa de diálogo y hacer un esfuerzo para interpretar las solicitudes. Asimismo, el gobierno debe tener unas respuestas básicas que seguramente se complementarán a medida que la conversación avance.

El tercer punto es lo que asegurará que el diálogo se respete y continúe: establecer las reglas de juego. Este es un proceso que se hace en conjunto. No se pueden imponer las reglas de juego porque esto mina la confianza del diálogo desde un comienzo. Se deben definir los puntos en la agenda, quién o quiénes serán los voceros autorizados o interlocutores por cada tema y cómo se establecerá ese diálogo en los distintos espacios. Se necesita tener claras las reglas de juego, así como la forma en la que se comunicarán los avances y la información que se le contará al público.

Generar confianza y empatía es el cuarto de los consejos. Este es especialmente difícil de alcanzar por los excesos y las violaciones a los derechos humanos. El ambiente ya es hostil y es necesario que las partes comiencen a sentir empatía entre ellas. No tienen que caerse bien, pero sí dar muestras de respeto y construir confianza, donde la prioridad sea escucharse y no imponerse.

El último de mis consejos es crear indicadores. Lo que no se mide, no existe. Hay muchas formas de entender lo que es el éxito para uno o para el otro. Por eso, es muy importante ser claros en este punto para tener una meta final conjunta y unas metas parciales alrededor de los puntos. Uno de los grandes fracasos que tuvo la llamada “Conversación Nacional” es que nunca tuvo unos indicadores a los que la ciudadanía les pudiera hacer seguimiento. No se puede cometer nuevamente ese error.

Llegó la hora para que el gobierno deje la soberbia a un lado y se siente a dialogar. Abrir la puerta al diálogo es abrir la puerta a encontrar una solución. Los colombianos han decidido salir a las calles a levantar su voz y es momento de escucharlos. Todos los sectores deben poner en la mesa sus mejores propuestas sobre cómo sacar al país de esta situación tan complicada sin pensar en cálculos políticos de cara a las elecciones del 2022. Que será difícil, sin duda, pero llegó el momento de estar a la altura de la conversación.

Origen: Llegó el momento de dialogar

Educación para la paz, no educación patriótica Por Patrick T. Hiller

(Publicado desde: PeaceVoice. 18 de septiembre de 2020 ) Traducido por Asociación RESPUESTA PARA LA PAZ

See Peace Education, not Patriotic Education  http://www.peacevoice.info/2020/09/18/peace-education-not-patriotic-education/

En lugar de una peligrosa “educación patriótica”, los planes de estudios de educación para la paz enfatizan la dignidad de todas las personas y apuntan a disminuir la violencia directa — cada día más de 100 estadounidenses mueren con armas y 200 más son baleados y heridos — y la violencia indirecta.

El llamado del presidente (Trump) para » restaurar la educación patriótica en nuestras escuelas » a través de la creación de la «Comisión 1776» destinada a controlar los planes de estudio de las escuelas públicas hizo sonar una vez más mis alarmas. Como doble ciudadano alemán-estadounidense, crecí en Alemania y, por diseño del sistema educativo, me familiaricé con la historia de mi lugar de nacimiento.

Como científico social, estudio los procesos de polarización, deshumanización y demonización de los demás. Sé por experiencia personal y experiencia profesional que la educación para la paz contrarresta las condiciones que conducen a la violencia.

El llamado de Trump a la «educación patriótica» es peligroso.

En cambio, nuestras escuelas necesitan educación para la paz para ayudar a lidiar con este momento de enfrentar la desigualdad racial y otras formas de desigualdad de una manera genuinamente inclusiva, y brindarles a nuestros niños la mejor oportunidad de aprender de los desastrosos errores del pasado.

Como alemanes, todavía estamos lidiando con una historia genocida en la que tanto las víctimas como los perpetradores del Holocausto están vivos. Recuerdo haber leído una novela infantil en la escuela que describía el ascenso de los nazis a través de los ojos de un niño alemán y su amigo judío que muere trágicamente en un bombardeo acurrucado en la entrada de un búnker a prueba de bombas. Las familias que una vez vivieron felizmente junto a su familia en un edificio de apartamentos le negaron la entrada, porque era su deber patriótico proteger a la «raza alemana». Sus padres ya habían sido arrestados y probablemente enviados a ser asesinados después de que esos mismos vecinos los denunciaran a las autoridades.  

Más tarde, en clases formales de historia, obtuve un plan de estudios sin filtros que dejaba al descubierto que los alemanes comunes se volvían cómplices del mal. Y en múltiples ocasiones me he parado frente al eslogan que suena patriótico “Arbeit macht frei” (“El trabajo te libera”), que marca la puerta de entrada al campo de concentración de Dachau.

Me sorprende que un informe reciente pueda indicar que » casi dos tercios de los jóvenes adultos estadounidenses no saben que 6 millones de judíos fueron asesinados durante el Holocausto «.

Todos los alemanes saben lo que sucedió, y ciertamente no pedimos una «educación patriótica» que se adapte a una narrativa supremacista blanca sobre la historia de la nación.

La toma de posesión del sistema educativo jugó un papel clave en la Alemania nazi. Las escuelas fueron instrumentos clave para solidificar las estructuras de poder nazi . Los objetivos de los currículos nazis eran promover ideologías raciales que finalmente justificaron el Holocausto. Todo tuvo lugar en el contexto de la «educación patriótica» basada en la supremacía de una raza alemana llamada «pura». 

Los comentarios y planes de Trump nos llevan por el mismo camino al negar las realidades del racismo sistemático contra los negros, indígenas y otras personas de color a lo largo de la historia de los Estados Unidos, incluidos los horrores de la esclavitud, el desplazamiento forzado y el genocidio de los pueblos nativos, la inmigración basada en la raza. prohibiciones y el internamiento japonés, por ejemplo.

En lugar de una peligrosa “educación patriótica”, los planes de estudio de educación para la paz enfatizan la dignidad de todas las personas y apuntan a disminuir la violencia directa —cada día más de 100 estadounidenses mueren con armas de fuego y 200 más son baleados y heridos— y la violencia indirecta. Esta última, que los científicos sociales también denominan «violencia estructural», es la discriminación y la opresión sistemáticas en curso que enfrentan los negros, indígenas, personas de color, LGBTQ, inmigrantes, musulmanes, pobres y otros grupos no dominantes día tras día, ya sea acompañado de racismo manifiesto o no.

La educación para la paz incluye todas las formas de educación formal, desde el jardín de infancia hasta los programas de doctorado. Los estudios de caso sobre educación para la paz en diferentes contextos ya han demostrado cuán impactante podría ser en el contexto actual de Estados Unidos. Los programas de educación para la paz han demostrado ser una forma exitosa de educar y superar la desigualdad social , la educación para la paz es capaz de abordar incluso los problemas más prolongados , y la educación para la paz puede desafiar las narrativas históricas que justifican y normalizan las formas pasadas y presentes de opresión y violencia.   

No existe un interruptor mágico para activar la educación para la paz en todo el país. Sin embargo, muchas escuelas ya tienen mecanismos de resolución de conflictos, anti-bullying y mediación entre compañeros o simplemente adoptaron principios de inclusión, amabilidad y respeto, como observo en la escuela primaria de mi hijo en un pequeño pueblo de Oregon.

Sigue siendo necesario crear una mayor conciencia pública y apoyo político para la introducción de planes de estudio de educación para la paz más formales en todas las áreas de la educación.

La Campaña Global por la Educación para la Paz es extremadamente útil y puede usarse como punto de partida para cualquier persona que se sienta incómoda con el impulso de Trump por una “educación patriótica” para iniciar una conversación en la comunidad, con las juntas escolares o con los funcionarios electos locales y nacionales.  

La historia alemana de la “educación patriótica” y la demanda actual de Trump de que “a nuestra juventud se le enseñe a amar a Estados Unidos ”, requiere un rechazo rotundo para que nuestra juventud no se convierta en una nueva generación de fascistas.

¿Recuerda la escena de la quema de libros en la película Indiana Jones y la última cruzada? Si bien fue entretenido y una burla de la ideología nazi, el contexto histórico de esta escena fue un muy real y muy aterrador a nivel nacional “Aktion wider den undeutschen Geist” (Acción contra el espíritu no alemán). ¿Confía en ponerlo más allá de Trump y sus facilitadores para, literalmente, o mediante políticas, iniciar la quema de libros? He visto demasiado en los últimos tres años, por lo que no lo veré.   

“Educación para la Paz y Valores”

21 de Septiembre, Día Internacional de la Paz

Hoy celebramos el Día de la Paz en todo el mundo, es una jornada especial para reflexionar y generar más energía y así lograr una Cultura de Paz para tod@s, que sea sustentable y se convierta en nuestra forma de vida cotidiana.

El flagelo del Coronavirus ha trastornado nuestras costumbres pero también nos ha obligado a nuevas rutinas, a repensar nuestro estilo de vida y por qué no, a revalorizar muchas cosas que dábamos por garantizadas y de repente se fragmentaron y nos dejaron sintiendo un insólito vacío. En un día como hoy, tenemos la oportunidad de diferenciar más claramente cuáles son las cuestiones más valiosas para nosotros, cuáles son periféricas y cuáles son innecesarias. Una de las frases más escuchadas es la necesidad de una “Educación para la Paz” y “Educación en valores” pero ¿qué significa cada una?

Educar para la Paz implica educar en valores, pero eso es más amplio que hacerlo solamente para el espacio escolar, es urgente involucrar a toda la comunidad. No tendría sentido educar a los niños para una Paz que no encuentran al salir de la escuela o sea que educar para la Paz es para tod@s: niñ@s, jóvenes, adult@s, ancian@s. Es educar a los demás y también educarnos a nosotros mismos, una manera de reconocer que tal vez inadvertidamente, l@s adult@s tenemos actitudes y conductas no pacíficas.

¿Y qué son los valores? Los valores son principios formativos que una sociedad reconoce como importantes y por ende, los estimula.

En Asociación RESPUESTA PARA LA PAZ propiciamos los siguientes valores de Cultura de Paz (en orden alfabético):
1. Autoestima
2. Comunicación no violenta
3. Consumo responsable
4. Convivencia
5. Cuidado al otro
6. Cuidado de la salud
7. Cuidado del medioambiente
8. Democracia
9. Economía sustentable
10. Empatía
11. Equidad
12. Honestidad
13. Justicia
14. Libertad
15. No violencia
16. Paz
17. Pensamiento crítico
18. Respeto
19. Responsabilidad
20. Solidaridad

En este Día de la Paz, reflexionamos y celebramos la esperanza de un mundo mejor, con ciudadanos libres que desarrollen y vivan en una sociedad más justa y democrática. La Educación para la Paz es la mejor herramienta. De nosotros depende. Podemos hacerlo.


Ciudad de Buenos Aires, 21 de Septiembre de 2020

¿Multilateralismo vs. Soberanía?

La Unión Europea, líder del siglo XX en articular una comunidad hasta hacía poco tiempo dividida y desgarrada por guerras fronterizas y mundiales, impulsó un proyecto de integración que tuvo su mayor éxito entre 1990 y 2010 donde se consolidó el multilateralismo que -según definió Vicente Palacio (Co-autor del Informe El Estado de la Unión Europea 2018: los Estados europeos ante la reforma de la Unión)- «es un conjunto muy amplio de instituciones, foros, dinámicas globales y regionales, enmarcadas por el respeto a reglas comunes aceptadas por todos«. El objetivo del multilateralismo es el crecimiento de todos, la inclusión y la confianza en las buenas prácticas de los valores compartidos.

El multilateralismo que conocimos está en crisis: crisis económica, crisis social, crisis política, crisis de valores. Desde 2010 hay una progresiva pérdida de confianza mutua entre los países, surgen las diferencias y los modos de abordarlas y empezamos a ver un rebrote de nacionalismos a veces furibundos. Nacionalismos o fundamentalismos religiosos nos traen temor al otro y por ende, una cadena de reacciones para protegernos y eventualmente atacar al que suponemos nos puede atacar, produciendo una escalada de violencia en las que sólo algunos conocen las reales motivaciones y el resto de los grupos sociales creen lo que sus dirigentes eligen decirles.

El multilateralismo que conocimos está en crisis. Pero eso no significa el fin del multilateralismo en sí sino que nos desafía a encontrar nuevos modelos donde la soberanía de los países -y la identidad de sus ciudadanos- no se vea menoscabada ni menospreciada sino valorada como una parte del todo de la humanidad.

En un nuevo multilateralismo es necesario reajustar la reciprocidad en las acciones y en el comercio, redefinir el valor de las finanzas especulativas con respecto a la producción e industrialización de los productos, habrá que cultivar la educación en la diferencia y el valor de la cooperación internacional, estimulando las estructuras económicas sólidas para todos, los derechos humanos y el medioambiente, respaldando a las democracias y respetando a los ciudadanos como tales en vez de verlos como objetivos de marketing.

El nuevo multilateralismo deberá entender ciertas cuestiones que tienen que ver con el aggiornamiento necesario: qué fue exitoso en el pasado y cuándo y por qué dejó de serlo, o qué no fue exitoso antes pero ahora es necesario implementar, qué dejar de lado y qué potenciar, qué ralentizar y qué priorizar. El nuevo multilateralismo tiene que querer ser lo que se necesita ahora. Sigue leyendo «¿Multilateralismo vs. Soberanía?»

“La tolerancia, ni indulgencia ni indiferencia: respeto”

         Mucho se ha hablado en el último tiempo acerca de la tolerancia, o en realidad de la falta de ella. Desde 1996, las Naciones Unidas han visto este tema como una de las principales áreas a trabajar en los diferentes escenarios internacionales. Como antecedente, ya se habían proclamado en 1995, con la “Declaración de Principios sobre la Tolerancia”.

           En un mundo globalizado como en el que vivimos la cultura se ha mostrado interconectada a la vida de las personas. De esta forma, es posible, por ejemplo, observar en la televisión dibujos animados de Japón y que en ese país, se observen películas de Hollywood. Esto genera una visión más holística acerca de las cosas y en la actualidad es algo cotidiano. Sin embargo, no se suele caer en la cuenta que estos diferentes enfoques enriquecen y fomentan la comprensión mutua entre las culturas y los pueblos. En la actualidad, las coyunturas internacionales han mostrado tanto a nivel local como nacional, y en países como Argentina o en el mundo, una diferenciación del local respecto del inmigrante, del diferente respecto del «normal», que es resaltada diariamente por los medios de comunicación como algo establecido, tanto sea por las diferentes nacionalidades como por las preferencias personas.

                             20181116- Tolerance

           No es más que el respeto por el otro, por sus distintas formas de expresión y el saber apreciar la riqueza y variedad de las culturas del mundo las claves para poder subsanar la intolerancia que se encuentra generalizada en lo colectivo.

           Solo el respeto llevará adelante una comunidad tolerante y justa que pueda asegurar la tranquilidad y la supervivencia de comunidades mixtas en cada región del mundo. La tolerancia debería ser entonces un requerimiento moral, social, político y legal para poder sanar parte de la violencia estructural generalizada.

           Como parte de nuestra labor en la construcción de paz, recordamos en el Día Internacional de la Tolerancia, el respeto, que es una de las claves de la cultura de paz. Recordamos también algunos de los puntos necesarios según la Declaración de Principios sobre la Tolerancia que son claves para fomentarla en el mundo:

  1. Construir un marco legal que exija el respeto hacia los demás basados en la tolerancia.
  2. Educar.
  3. Acceder a la información
  4. Toma de conciencia individual
  5. Formar parte de la solución: escucha activa, solidaridad, acción.

Para más información:

Melanie Camila Patelli
Asociación RESPUESTA PARA LA PAZ

 

Día Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

¿Qué se celebra el 24 de Octubre? ¿Qué es la ONU? ¿Cómo funciona?

 

¿Qué se celebra el 24 de Octubre?

El 24 de Octubre se celebra el Día Mundial de la Organización de las Naciones Unidas, conmemorando la entrada en  vigor en 1945 de la Carta de las Naciones Unidas -documento ratificado por la mayoría de los Estados Miembro- y considera a esta institución un órgano global.

¿Qué es la ONU?

La ONU es un espacio donde se reúnen los representantes de los países del globo, para buscar formas pacíficas de solucionar los problemas que surgen a nivel global. Entre los principios que defiende, se encuentra la paz, los derechos humanos y la contribución de todas las naciones para erradicar la pobreza y lograr un medio ambiente sustentable.

¿Cómo funciona?

La ONU funciona con una estructura de Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico y Social, Corte Internacional de Justicia, Secretaría General.

 

Antecedentes

La Primera Guerra Mundial había dejado tras de sí profundo dolor y un mundo devastado. No obstante, este trágico evento condujo a una transformación en la concepción occidental que permitió considerar un nuevo modo de enfrentar los problemas. El principal contribuyente a este cambio fue el presidente norteamericano Woodrow Wilson. Percatándose de la necesidad de una forma de gestión diferente, redactó los Catorce Puntos, los cuales contenían una serie de valores que debían ser respetados por todos los países. Impulsado por esta mentalidad de cooperación y esfuerzo internacional, en la Conferencia de París de 1919, el primer mandatario logró que se elaboraran los reglamentos de la Sociedad de las Naciones (conocida como League of Nations).

La moderna institución nació con el objetivo de fomentar la participación conjunta de todas las naciones, asegurando su integridad e independencia como también su desarrollo económico y cultural. A través de la participación de todos los estados, se buscó mantener la paz universal.

Para poder asegurar la paz colectiva y el arbitraje de los conflictos siguiendo las condiciones del Tratado de Versalles, la Sociedad de las Naciones estaba compuesta por tres organismos:

  • Asamblea: formada por los Estados Miembros, donde cada uno tenía derecho a un voto, se encargaba de postular y determinar cómo resolver los conflictos. Para llevar a la cabo la decisión, se debía lograr la unanimidad;
  • Consejo: integrado por cinco miembros permanentes: Reino Unido, Italia, Japón, Francia y los Estados Unidos y por cuatro miembros temporales, elegidos por la Asamblea y renovados cada tres años;
  • Secretaría Permanente: con sede en La Haya, poseía un Tribunal Internacional de Justicia. Se ocupaba de la elaboración de informes y documentos relacionados a los acuerdos correspondientes de las sesiones de la Asamblea y del Consejo.

Dentro de sus logros, se pueden mencionar el desarrollo de programas para la cooperación económica y humanitaria. Sin embargo, el no poder contar con los recursos adecuados, la necesidad de unanimidad para resolver conflictos y sobre todo, la incapacidad para impedir la Segunda Guerra Mundial, llevó a su disolución.

El surgimiento de la ONU

La Organización de las Naciones Unidas nace, al igual que su antecesor, como la búsqueda de una forma pacífica de solucionar los problemas que surgen a nivel global. Entre los principios que defiende, se encuentra la paz, los derechos humanos y la contribución de todas las naciones para erradicar la pobreza y lograr un medio ambiente sustentable.

La estructura de la ONU está conformada por:

  • Asamblea General: todos los Estados Miembros están representados y poseen un voto. Para llevar a cabo las resoluciones, se precisan la mayoría de dos tercios o por mayoría simple;
  • Consejo de Seguridad: responsable de mantener la seguridad global;
  • Consejo Económico y Social: examina las cuestiones internacionales económicas y sociales;
  • Corte Internacional de Justicia: también conocida como Corte Mundial, resuelve conflictos entre países;
  • Secretaría General: lo dirige el Secretario General. Se ocupa de la parte administrativa de las Naciones Unidas según le indican los demás órganos.

Desde su creación, la ONU ha logrado mejorar la educación de los países en desarrollo, impulsar una circulación de la información más libre y la promoción de medidas a favor de la protección del medio ambiente. Es indudable que su intervención ha permitido resoluciones positivas a lo largo del globo. No obstante, no ha podido garantizar la paz ya que hay conflictos que dejan saldos de muertos y heridos, como el de Israel-Palestina. Tampoco, a pesar de la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951, la ONU no puede garantizar que los países den apoyo a los que huyen de la guerra y de la persecución. Finalmente, aunque ha dedicado proyectos para terminar con la desnutrición y la extrema pobreza, no lo ha logrado.

¿Qué se puede hacer para mejorar la ONU?

Es indudable que la ONU ha crecido con el paso de los años: de los iniciales 51 Estados Miembros, hoy son casi doscientos los que la componen. A pesar de la mayor cantidad de integrantes, la participación no ha aumentado de la misma manera: dentro del Consejo de Seguridad, sólo los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia) son los que tienen derecho a veto. Es necesario que todos posean el mismo trato y la misma capacidad de influencia a la hora de tomar decisiones.

Por otra parte, muchas de las propuestas de la Organización precisan de fondos que los Estados Miembros no aportan y que no llegan a cubrirse con el dinero de los contribuyentes. Es preciso que exista un compromiso real por parte de todos los integrantes para poder concretar proyectos que ayuden a quienes más lo precisan.

Las mejoras desde la Sociedad de las Naciones hasta el día de hoy son incuestionables pero debemos continuar construyendo un frente común que tenga como objetivo la paz en todos los confines del planeta, donde todos los que la habitan tengan igualdad de condiciones para desarrollarse en cualquier ámbito. Al mismo tiempo, una cooperación más articulada y fluida con otras Organizaciones No Gubernamentales pueden ser poderosas herramientas para acciones positivas que permitan alcanzar objetivos de forma más eficaz.

 

Artículo preparado por Sofía Chiodo
voluntaria de Asociación Respuesta para la Paz

 

Juegos Olímpicos Juveniles. Juegos que propician la Paz

Juegos Olímpicos de la Juventud, Buenos Aires 2018.   Crónica de la Inauguración

 

Sábado. Primeros días del mes de octubre. En la ciudad de Buenos Aires podría ser un día más, pero no es el caso. Hoy se espera el comienzo de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, y la expectativa, la ansiedad se sienten en el aire.

En el subterráneo, la masa de personas se amontona en los pasillos y en las puertas de la línea A. Podría ser un lunes cualquiera, un lunes en que se retoma la rutina debido a la cantidad de gente. Pero no, era sábado. El viaje es apretado y nos marca que Buenos Aires es una ciudad turística. Por ahí se escucha a una mujer “falhando” portugués. ¿Van a la inauguración? quise preguntarle.

La muchedumbre se amontona hacia las escaleras mecánicas. ¿Será que el Obelisco se aleja y hay que correrlo? Seguimos a la multitud mientras el gentío nos lleva.

Hay que reconocerlo, yo también estoy ansiosa. Por primera vez un evento como la apertura de los Juegos Olímpicos Juveniles no será en un estadio. Vallas y policías por doquier marcan que llegamos, pero ¿y el Obelisco? Caminamos hasta encontrarlo. En el camino la mixtura de colectividades nos sorprende.

De tanto en tanto nos topamos con pequeños grupos. Tres personas con una campera blanca nos llaman la atención. La inscripción “Hungary” en rojo nos dice que no son de Argentina. Que alegría, vinieron a apoyar a su país. Mas allá otro grupo, mas numeroso esta vez; sonríe y conversa entre ellos. Observo en detalle a los hombres que componen este grupo. Tienen vestimenta roja y una inscripción que dice “Indonesia”; tímidamente en el costado se ven dos mujeres. Mi poco conocimiento de la cultura de este país me sorprendió al notar que las jóvenes llevaban  hiyab cubriendo su cabello.

Caminamos buscando ver al Obelisco. Todas las páginas de internet decían que el espectáculo comenzaba a las 18 horas y que casi todo se desarrollaría en el emblemático Obelisco, que siempre nos representa en el mundo, símbolo que todo turista que viene a Buenos Aires quiere ver.  Quiero estar cerca. Camino hasta llegar frente a una pantalla. Aunque mi vista estaba un poco obstruida por un inmenso árbol. Pero ya había encontrado mi lugar.

En la recorrida había observado que las personas se acomodaban alrededor del Metrobus de la Avenida 9 de Julio, mientras Los policías colocan pequeños cordones para evitar el paso. Había que elegir estratégicamente en qué lugar me voy a quedar.

Después de  un par de horas de espera, con música latina y unas mezclas sorprendentes de música house que incluían a la cantante Mercedes Sosa, todos estábamos muy ansiosos para que comenzara. Finalmente, un locutor anuncia las normas de seguridad en inglés y en castellano.  La concurrencia empieza a impacientarse, se escuchan los silbidos, claro síntoma de que nos sentíamos  impacientes.

A partir de ese momento todo pasa más rápido. Momento tras momento algo nuevo nos sorprende. Los vecinos del Obelisco se habían ubicado desde temprano en las ventanas o en la terraza de sus edificios, completamente predispuestos a no dejar pasar el espectáculo a su alcance.

Las luces iluminan el Obelisco, da la impresión que tiene vida. El himno es sin duda uno de los momentos iniciales que más gusta y conmueven. La cantante sorprende con una voz madura y llena de sentimiento.

Un acróbata, que después me enteré que era una chica, “camina” a paso firme por un lateral del Obelisco izando nuestra maravillosa bandera. Los juegos de luces que iluminan el Obelisco se intercalan con fuegos artificiales. Colores, pequeños cuadrados que parecen girar, símil paredes de roca que se arman y desarman como el Tetris, eran imágenes que se reflejan en el Obelisco.

Cada tanto una carroza transita entre la gente con acróbatas que hacen piruetas y coreografías. A su vez en un escenario ubicado en otro sector de la Avenida 9 de Julio, un animador eufórico transmite su entusiasmo.

Ya se hacen las nueve de la noche y el tiempo para alcanzar el subterráneo apremia. Aunque creo no encontrar gente que se aleje de la fiesta con tanto por suceder,  mi sorpresa es enorme porque muchos  como yo han pensado en tomar el subterráneo antes que el show termine.

Hasta la entrada del subterráneo sigo atisbando para poder contemplar algo más, en verdad no quiero alejarme: ha comenzado la caminata con los portadores de la llama olímpica, que fue encendida por dos de los últimos ganadores de medallas olímpicas. La multitud se apretuja en la entrada del subterráneo, ya agobia, pero  toda la incomodidad vale la pena.

Gran espectáculo y la oportunidad única de ver la apertura de los Juegos Olímpicos Juveniles 2018.

 

Daniela Moyano.

 Voluntaria Asociación Respuesta por la Paz

Premio Nobel de la Paz 2018

Este año, el Premio Nobel de la Paz fue entregado a la activista yazidí Nadia Murad y al médico congolés Denis Mukwege por su lucha contra la violencia sexual. Al entregar este premio, el Comité Nobel de Noruega busca evidenciar el uso de las violaciones perpetradas a las mujeres, utilizadas como botín de guerra en conflictos de todo el mundo.

La violencia sexual ataca el cuerpo y refleja el impacto que tiene al ser un espacio a controlar y, al mismo tiempo, el desprecio que el cuerpo provoca. Este tipo de crimen es muy utilizado en los conflictos porque con él se obtienen la opresión de la víctima mediante el terror y, en una dimensión colectiva, se pretende humillar a los enemigos, demostrando el poder que se tiene sobre los demás, no sólo sobre la mujer. De este modo, el ente femenino se convierte en emisor de un mensaje de control, poder y deshonra. Niñas, muchachas y mujeres son convertidas en esclavas sexuales, lo que genera una violencia que continúa en el tiempo y que acaba con cualquier tipo de autoestima y autonomía.

Los recientemente galardonados luchan contra este tipo de coacción. Denis Mukwege, es ginecólogo, director del Hospital Panzi en la ciudad de Bukavu, en la República Democrática del Congo. Allí, recibe miles de mujeres anualmente, muchas de las cuales necesitan atención debido a las agresiones sexuales contra ellas. Su labor fue reconocida y en 2008, la Organización Mundial de las Naciones Unidas le entregó el Premio de Derechos Humanos.

Por su parte, Nadia Murad es defensora de la minoría yazadí en Irak, de los derechos de las mujeres y de los refugiados. En 2014, fue esclavizada y violada individual y colectivamente por combatientes del Estado Islámico (EI) en Mosul. A los tres meses, logró escapar y en 2015, compareció ante el Consejo de Seguridad Nacional de la ONU para contar su experiencia. Su testimonio puso al descubierto los horrores sufridos por
aquellas mantenidas en cautiverio y obligadas a prácticas inhumanas. A partir de ese momento, ha trabajado para que los crímenes cometidos por el grupo Estado Islámico sean investigados y condenados.

Los premiados son ejemplo de la batalla contra las agresiones y modelos a seguir en la construcción de un mundo más justo y pacífico.

Fuente consultadas:

  • Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI)
  •  https://www.lavanguardia.com/internacional/20181005/452175241271/nobel-paz-2018-ganador-
    nadia-murad-denis-mukwege.html
  •  https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/premio-nobel-de-la-paz-la-
    valiente-labor-de-denis-mukwege-y-nadia-murad-pone-de-relieve-la-necesida/
  •  “La violencia sexual como arma de guerra” de María Villellas Ariño.

Artículo preparado por Sofía Chiodo
voluntaria de Asociación Respuesta para la Paz

Cultura de Paz. ¿Qué es?

“Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz”                                                            ONU, Asamblea General, Resolución 53/243,                              

La Asamblea General de la ONU reconoce que «la paz no es solo la ausencia de conflictos» y que se  necesita un Programa de Acción que promueva una Cultura de la Paz por medio, principalmente, de la educación.

En dicha Resolución se hace un llamado a todos los individuos, grupos, asociaciones, comunidades educativas, empresas e instituciones para llevar a su actividad cotidiana un compromiso consistente basado en el respeto por todas las vidas, el rechazo a la violencia, la generosidad, el entendimiento, la preservación ambiental y la solidaridad.

Ámbitos de Acción

  1. Promover la cultura de Paz por medio de la educación y los valores
  2. Promover el desarrollo económico y social sostenible
  3. Promover el respeto de todos los derechos humanos
  4. Garantizar la igualdad entre mujeres y hombres asi sean grandes o pequeños
  5. Promover la participación democrática
  6. Promover la comprensión, la tolerancia y la solidaridad
  7. Apoyar la comunicación participativa y la libre circulación de información y conocimientos
  8. Promover la Paz y la seguridad internacionales para una mejor claridad

 

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Invitamos a este importante evento con la Dra. Alicia Cabezudo.
Día Lunes, 29 de mayo de 2017 de 17:00 a 19:00 (ART)
Evento gratuito. SE REQUIERE INSCRIPCIÓN
Salón de Prensa, Palacio San Martín
Esmeralda 1231, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Campaña contra el Bullying o Acoso Escolar 2017

Sin títuloAsociación Respuesta para la Paz trabaja para construir Cultura de Paz y erradicar la violencia en todas sus formas.

Hoy nos referimos al bullying o acoso escolar, que es un tipo de violencia ejercida por alumn@s hacia otr@s alumn@s.

En este caso es fundamental comprometernos para erradicar las conductas de violencia que lastiman a l@s estudiantes, deterioran su calidad de vida y el futuro de nuestra comunidad.

Consideramos que el bullying o acoso escolar es perseguir intencionalmente a alguien con el fin de causarle miedo mediante cualquier forma de maltrato físico, verbal o psicológico. Esta actitud se da entre escolares, de forma reiterada a lo largo del tiempo y puede extenderse fuera del espacio escolar, incluso en las redes sociales. 

Para que la víctima sienta mayor indefensión, debe existir un grupo de espectadores que sean testigos activos o pasivos de esos actos de violencia.

 Asociación Respuesta para la Paz inicia una campaña de difusión para erradicar este tipo de violencia y, si bien hay muchos ángulos de abordaje, comenzamos con el eje de los testigos del acoso. #DateCuentaHacéAlgo

Hay testigos activos que se suman al acoso mediante la acción directa, alentando al agresor, insultando y/o humillando a la víctima, incluso reteniéndola, por lo que se convierten en cómplices.

También hay testigos pasivos que si bien no están de acuerdo con esa violencia, siguen de largo o se quedan mirando sin hacer nada.

¿Por qué muchos alumnos no hacen ningún esfuerzo por detener esa violencia?

En Asociación Respuesta para la Paz nos planteamos que muchos de esos testigos pasivos toman un rol de espectadores porque no pueden definir qué hacer, qué actitud tomar. Muchos no quieren parecer tontos o débiles por tener empatía con la víctima.  En otros casos sucede que no quieren parecer delatores (“buchones”) o ganarse la antipatía de los agresores y convertirse a su vez, en futuras víctimas.

Por eso debemos fomentar un cambio hacia la acción positiva de los espectadores, convirtiéndoles en actores que se comprometan para prevenir la violencia en las escuelas.

Adherimos al Programa KiVa y otros programas que trabajan en este tema, sumándonos con esta campaña de difusión, e invitamos a nuestros lectores a que la difundan en todos los espacios posibles, para lograr escuelas sin violencia y con una actitud proactivas hacia la Cultura de Paz.