Juegos Olímpicos Juveniles. Juegos que propician la Paz

Juegos Olímpicos de la Juventud, Buenos Aires 2018.   Crónica de la Inauguración

 

Sábado. Primeros días del mes de octubre. En la ciudad de Buenos Aires podría ser un día más, pero no es el caso. Hoy se espera el comienzo de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, y la expectativa, la ansiedad se sienten en el aire.

En el subterráneo, la masa de personas se amontona en los pasillos y en las puertas de la línea A. Podría ser un lunes cualquiera, un lunes en que se retoma la rutina debido a la cantidad de gente. Pero no, era sábado. El viaje es apretado y nos marca que Buenos Aires es una ciudad turística. Por ahí se escucha a una mujer “falhando” portugués. ¿Van a la inauguración? quise preguntarle.

La muchedumbre se amontona hacia las escaleras mecánicas. ¿Será que el Obelisco se aleja y hay que correrlo? Seguimos a la multitud mientras el gentío nos lleva.

Hay que reconocerlo, yo también estoy ansiosa. Por primera vez un evento como la apertura de los Juegos Olímpicos Juveniles no será en un estadio. Vallas y policías por doquier marcan que llegamos, pero ¿y el Obelisco? Caminamos hasta encontrarlo. En el camino la mixtura de colectividades nos sorprende.

De tanto en tanto nos topamos con pequeños grupos. Tres personas con una campera blanca nos llaman la atención. La inscripción “Hungary” en rojo nos dice que no son de Argentina. Que alegría, vinieron a apoyar a su país. Mas allá otro grupo, mas numeroso esta vez; sonríe y conversa entre ellos. Observo en detalle a los hombres que componen este grupo. Tienen vestimenta roja y una inscripción que dice “Indonesia”; tímidamente en el costado se ven dos mujeres. Mi poco conocimiento de la cultura de este país me sorprendió al notar que las jóvenes llevaban  hiyab cubriendo su cabello.

Caminamos buscando ver al Obelisco. Todas las páginas de internet decían que el espectáculo comenzaba a las 18 horas y que casi todo se desarrollaría en el emblemático Obelisco, que siempre nos representa en el mundo, símbolo que todo turista que viene a Buenos Aires quiere ver.  Quiero estar cerca. Camino hasta llegar frente a una pantalla. Aunque mi vista estaba un poco obstruida por un inmenso árbol. Pero ya había encontrado mi lugar.

En la recorrida había observado que las personas se acomodaban alrededor del Metrobus de la Avenida 9 de Julio, mientras Los policías colocan pequeños cordones para evitar el paso. Había que elegir estratégicamente en qué lugar me voy a quedar.

Después de  un par de horas de espera, con música latina y unas mezclas sorprendentes de música house que incluían a la cantante Mercedes Sosa, todos estábamos muy ansiosos para que comenzara. Finalmente, un locutor anuncia las normas de seguridad en inglés y en castellano.  La concurrencia empieza a impacientarse, se escuchan los silbidos, claro síntoma de que nos sentíamos  impacientes.

A partir de ese momento todo pasa más rápido. Momento tras momento algo nuevo nos sorprende. Los vecinos del Obelisco se habían ubicado desde temprano en las ventanas o en la terraza de sus edificios, completamente predispuestos a no dejar pasar el espectáculo a su alcance.

Las luces iluminan el Obelisco, da la impresión que tiene vida. El himno es sin duda uno de los momentos iniciales que más gusta y conmueven. La cantante sorprende con una voz madura y llena de sentimiento.

Un acróbata, que después me enteré que era una chica, “camina” a paso firme por un lateral del Obelisco izando nuestra maravillosa bandera. Los juegos de luces que iluminan el Obelisco se intercalan con fuegos artificiales. Colores, pequeños cuadrados que parecen girar, símil paredes de roca que se arman y desarman como el Tetris, eran imágenes que se reflejan en el Obelisco.

Cada tanto una carroza transita entre la gente con acróbatas que hacen piruetas y coreografías. A su vez en un escenario ubicado en otro sector de la Avenida 9 de Julio, un animador eufórico transmite su entusiasmo.

Ya se hacen las nueve de la noche y el tiempo para alcanzar el subterráneo apremia. Aunque creo no encontrar gente que se aleje de la fiesta con tanto por suceder,  mi sorpresa es enorme porque muchos  como yo han pensado en tomar el subterráneo antes que el show termine.

Hasta la entrada del subterráneo sigo atisbando para poder contemplar algo más, en verdad no quiero alejarme: ha comenzado la caminata con los portadores de la llama olímpica, que fue encendida por dos de los últimos ganadores de medallas olímpicas. La multitud se apretuja en la entrada del subterráneo, ya agobia, pero  toda la incomodidad vale la pena.

Gran espectáculo y la oportunidad única de ver la apertura de los Juegos Olímpicos Juveniles 2018.

 

Daniela Moyano.

 Voluntaria Asociación Respuesta por la Paz

Publicado por Respuesta para la Paz

Desde 1995 Asociación RESPUESTA para la PAZ está dedicada a la resolución pacífica de conflictos y a la difusión de valores de la Cultura de PAZ, mediante procesos creativos y participativos como la negociación y mediación. Asociación RESPUESTA para la PAZ es entidad formadora de mediadores, habilitación número 17/98 del Ministerio de Justicia. Visite nuestra web www.respuestaparalapaz.org.ar

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